El pasado sábado 27 de noviembre se realizó una “Asamblea de Asambleas” en Ñuñoa, convocada por la A.T. de Villa Frei, para analizar en conjunto los resultados electorales del domingo 21 de noviembre y proyectar acciones conjuntas para enfrentar el avance de la ultraderecha en los territorios. Compartimos las palabras leídas por la vocera de la asamblea al inicio de la actividad para enriquecer el debate entre las organizaciones populares.

Compañeras y compañeros. 

Primero quisiéramos darles la bienvenida a este, nuestro espacio. Espacio en el que nos venimos organizando hace ya un poco más de 2 años, en la alegre rebeldía y el aguante a la repre, en la Revuelta, en la ansiedad pandémica y ahora en este tiempo/espacio “extraño”, convulso, contradictorio; por ocupar algunos adjetivos que no alcanzan a describirlo, en el que de algún modo sentimos que se abre un nuevo ciclo. Con muchxs de ustedes venimos empezando un camino de andar juntxs, de dar el espacio de conocernos, tratando de no apurarnos en afinar la puntería porque queríamos ser certeros.

Pero la coyuntura nos ha empujado a apurar el tranco. Independiente de las distintas lecturas que podamos tener sobre lo ocurrido el domingo 21 de noviembre, es difícil mantenerse indiferente. Algo removió en nosotrxs, en nuestrxs cercanxs. Lo primero que nos nació en asamblea era ver como estábamos, que sentíamos… tratamos de poner nombre a esas sensaciones que nos recorrieron para luego ver el quehacer. Y en ese quehacer lo primero que nos nace es que, como gran aprendizaje/recordatorio de la Revuelta, no podemos ni debemos enfrentar solxs lo que se avecina. Y es en este marco que surge esta instancia, como un espacio de diagnóstico colectivo y reflexión sobre el rol que nos toca jugar como asambleas territoriales en esta pasada. Y es por eso que conversamos con lxs hermanxs de Villas Unidas, Los Presidentes y Empart, para pedir el permiso de abrir la instancia. La pelea es grande y nos necesita a todxs. 

Para nosotrxs como asamblea, como espacio colectivo en el que cada vez fuimos menos cuantitativamente (como a muchas de las asambleas de aquí les ocurrió), pero en el que hemos ido creciendo en otros términos -de compromiso, de cuidado, de cariño, de sintonías políticas también-; nos apareció como un elemento central del diagnóstico que la emergencia del fascismo, que muestra su real dimensión en esta primera vuelta de las elecciones, no es solo un problema que remite a lo institucional. Con esto no queremos decir que este sea un lugar “que dé lo mismo” y que no importa quién nos gobierne los próximos años. No podemos mirar hacia otro lado desconociendo la relevancia que esto tiene. En lo que sí queremos poner el acento, y en ese marco lxs invitamos a conversar, es que el crecimiento del fascismo ya es una realidad, independiente de quién gane estas elecciones. Porque el fascismo no es solo Kast y su séquito de genocidas, sino la visión del mundo que su propuesta representa; la que encuentra asidero en nuestros territorios. Sin ir más lejos, en los locales de votación cercanos a la Villa Frei, Kast sacó entre un 20% y 25% de votos, lo que muestra que los fascistas no están en otra parte, sino aquí entre nosotrxs. En este contexto, hacerle frente no pasa solamente por lo que cada unx haga el 19 de diciembre, ya que no se resuelve solo allí. Hace un año atrás a un chiquillx del barrio le dispararon mientras armaba una barricada en Irarrázaval. ¿Cuántos disparos más van a caernos con este envalentonamiento de las bestias?

Es necesario frenar al fascismo en todos los espacios, creando plataformas territoriales amplias que defiendan las comunidades de lucha y a sus integrantes, creando redes de apoyo frente a posibles agresiones. Al fascismo se le vence con organización. Y por eso estamos aquí, para que el nunca más solxs se haga carne. Para que el habitar de forma distinta nuestros territorios ahora sí encuentre su real dimensión. Para pensarla juntxs, para hacerla juntxs, para cuidarnos juntxs, para contenernos o desbordarnos. Para que el miedo no nos gane. Éstas también son formas de rebelión, y a eso les invitamos hoy: a pensar, a repensar el qué hacer de estas organizaciones, hijas de la revuelta, que llamamos asambleas territoriales.